"Dame tu mano" Jesús Hurtado. Flickr
A la hora de entrar en un nuevo mercado, son numerosas las barreras que han de superar los empresarios, que en países como Brasil y de cara a empresarios españoles, son tanto legales como sociales, además de otras comunes a cualquier mercado que implican un aumento en el coste de entrada.
Por ello es interesante analizar la vía más rápida y de menos coste para la entrada: tener como socios a brasileños o un joint venture con una empresa brasileña facilitará el proceso. Con un socio local que conozca el mercado se abre la puerta a contactos nacionales, que de otra forma estarían fuera del alcance del empresario o emprendedor, agilizando los trámites legales, burocráticas y de fiscalidad.
Incluso para estudiar el mercado e identificar nichos de oportunidad, en un país que parece más un continente por tamaño y diversidad, es recomendable hacerlo desde dentro y con ayuda de los propios brasileños.
En el caso particular de los países sudamericanos, la formación de Joint Venture ha comenzado a cobrar mayor importancia en los últimos años, puesto que se trata de una región que posee recursos naturales y mano de obra cualificada y no cualificada, pero que le faltan capitales financieros y tecnológicos.
Concretando en el modelo de organización de una empresa, las Joint Ventures tienen varias modalidades:
- Joint Venture contractual. La relación se constituye en torno a un acuerdo base y varios acuerdos satélites, como contrato de prestación de servicios y asistencia técnica, autorización de patente y marcas, etc. Está modalidad tienes menos compromiso de capital, menos peligro de pérdida y de inversión y permite a las empresas participar directamente en la consecución de un resultado económico pero manteniendo la propia autonomía jurídica y operativa, y asumiendo exclusivamente la obligación de cumplir las actividades pactadas en el contrato.
- Equity Joint Venture. Es aquella que culmina en la constitución de una empresa, que generalmente se hará según la legislación del país en el que se desarrollará el negocio. Se constituye una estructura corporativa y los asociados participan en todas las etapas del proceso de constitución de la sociedad.
Como regla general, las Joint Venture suponen un aumento del proceso productivo. Se consigue acceso a nuevas tecnologías, conocimiento, patentes y marcas, se mejoran las capacidades administrativas, el acceso al capital y al mercado internacional, etc. Todo ello genera un efecto multiplicador sobre la economía local (por ejemplo, es una vía de ingreso de divisas de otros países con economías más fuertes). De todas las ventajas, es de destacar, por el caso de análisis de estos posts, la incorporación de alta tecnología en Brasil.
Por otro lado, también entraña una serie de desventajas, como es la pérdida de autonomía y posibles conflictos entre los socios nacidos de la falta de mecanismos adecuados en el proceso de toma de decisiones.
Quedando claro que tener un buen socio local es lo ideal para la entrada en Brasil, a la hora de buscarlo hay que tener en cuenta el punto de vista del mismo. Las empresas brasileñas están interesadas en asociarse con empresa españolas (a pesar de la profunda crisis que atravesamos) por su experiencia en tecnología y en gestión aplicables a sectores en expansión en Brasil, como la construcción o el turismo. Como afirma Francisco Orjales, miembro de la delegación de la Fira de Barcelona en Brasil, “el intercambio de negocios Brasil-España está considerado como uno de los más fructíferos del momento, superando países como Estados Unidos y Francia”
La estrategia de empresas españolas en la búsqueda de socios brasileños, ha de basarse en la aportación de valor diferencial al socio, sobre todo si tenemos en cuenta que actualmente Brasil no es un país carente de capital.
